¿Sabías qué en México el 30% de las visitas al ginecólogo son ocasionadas por infecciones vaginales?
Las mujeres alguna vez en la vida padecerán al menos un episodio de esta naturaleza, según reportes de la Secretaría de Salud (A).
Debes saber que la vagina alberga colonias de levaduras, bacterias y un pequeño número de células de Cándida albicans, Gardnerella vaginalis y Estreptococo del grupo B; cuando crecen fuera de control puedes contraer una infección que afecte la vagina.
Las infecciones vaginales más frecuentes son:
Candidiasis vaginal:
Por lo regular las bacterias más comunes en una vagina son Lactobacillus acidophilus, que mantiene a las cándidas bajo control, pero si crecen demasiado habrá un desequilibrio.
Síntomas: comezón, dolor en la vagina, ardor al orinar o al mantener relaciones sexuales. Además de una secreción espesa, grumosa y blanca, similar al requesón y que no tiene olor.
Vaginosis bacteriana:
Es el resultado de un sobre crecimiento de algunas de las siguientes bacterias Gardnerella vaginalis, Prevotella y Mycoplasmahominis, Bacteroides, Fusobacterium y Mobiluncus, que reemplazan a los Lactobacillus e incrementan el pH. Suele tener un comienzo y una remisión espontánea. Es más común en las mujeres sexualmente activas.
Síntomas: por lo regular no presenta signos, pero es probable que la secreción vaginal se torne blanca, gris o ligeramente espesa. En ocasiones genera dolor, picazón en la vagina o un fuerte olor a pescado, después de sostener relaciones sexuales.
Ante la presencia de alguno de los síntomas, es esencial visitar al ginecólogo, para que realice el diagnóstico preciso e indique el tratamiento a seguir.
Factores de estilo de vida y las infecciones vaginales crónica
Sin embargo, cuando aparecen más de cuatro infecciones de este tipo al año, se les denomina crónicas. Las posibles causas suelen ser las siguientes:
- Consumo de antibióticos, que podrían alterar el equilibrio normal, entre el hongo en forma de levadura y las bacterias en la vagina. Ocurre porque este tipo de fármacos destruyen las bacterias buenas y malas, propiciando que las levaduras crezcan desmesuradamente. La resistencia a los antibióticos es otro factor, por ello es importante la evaluación médica y evitar la automedicación (C). No hubo una atención completa, es decir, que la infección no respondió al primer tratamiento y no se le dio un seguimiento con el médico.
- Transmisión de infecciones, latentes en los pies o la boca, que se propagan al contacto.
- Actividad sexual, aunque no se trata de una infección sexual, sí puede ser contagiada durante el acto.
- Proliferación de humedad, provocada por el uso de prendas interiores demasiado ajustadas o que conserven la humedad. Por ello se sugiere el uso de prendas de algodón
Requesón en las mujeres
El "requesón en las mujeres" se refiere a una descarga vaginal espesa y blanca, similar al requesón alimenticio, asociada comúnmente con la candidiasis vaginal. Los síntomas incluyen comezón, dolor, ardor al orinar y molestias durante las relaciones sexuales. Identificar y comprender estos signos es crucial para abordar problemas de salud, especialmente en el contexto de infecciones vaginales recurrentes.
Medidas para prevenir y facilitar la curación
- Mantenimiento del pH: Utilizar productos de higiene íntima suaves y evitar el uso excesivo de antibióticos para preservar el equilibrio del pH.
- Higiene personal: Optar por ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas para prevenir la proliferación de hongos.
- Consulta médica regular: Ante síntomas persistentes, buscar la orientación de un ginecólogo para un diagnóstico preciso y un tratamiento efectivo.
- Educación sexual: Comprender los factores que contribuyen a las infecciones vaginales puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre la actividad sexual.
Tipos de medicamentos comunes para infecciones vaginales
El tratamiento de las infecciones vaginales a menudo implica el uso de medicamentos específicos que ayudan a combatir las causas subyacentes. Aquí hay una lista de algunos tipos de medicamentos comúnmente recetados:
Antifúngicos:
- Fluconazol
- Miconazol
- Clotrimazol
Antibióticos:
- Metronidazol
- Clindamicina
Cremas y supositorios:
- Cremas antimicóticas
- Supositorios probióticos
Corticosteroides:
- Prednisona (en casos de inflamación severa)
Medicamentos orales y tópicos combinados:
- Combinaciones de antifúngicos y corticosteroides para abordar múltiples síntomas.
Es importante destacar que la elección del medicamento dependerá del tipo específico de infección vaginal diagnosticada por un profesional de la salud. Siempre se recomienda seguir las indicaciones médicas y completar el curso completo del tratamiento para garantizar una recuperación efectiva.
